¡Feliz cumpleaños, hijo mío! Hoy celebro contigo otro año de risas, abrazos y enseñanzas que me has regalado desde el día en que llegaste a mi vida. Eres mi alegría constante, mi compañero de aventuras y mi mayor motivo para seguir sonriendo cada día.
Recuerdo con amor aquellos momentos en los que tus pequeñas manos se aferraban a las mías, mientras juntos descubríamos el mundo. Ahora, veo cómo te conviertes en un hombre valiente, inteligente y lleno de sueños por cumplir. Me enorgullece verte crecer y convertirte en la mejor versión de ti mismo.
En este día tan especial, deseo que todos tus deseos se hagan realidad y que sigas persiguiendo tus metas con esa pasión y determinación que te caracteriza. Que la vida te colme de bendiciones, éxitos y oportunidades para seguir brillando en todo lo que emprendas.
Pase lo que pase, siempre estaré aquí, apoyándote en cada paso que des y celebrando tus logros. Eres mi mayor orgullo y mi mayor regalo en la vida. ¡Que este nuevo año esté lleno de felicidad, salud y mucho amor! ¡Feliz cumpleaños, mi amado hijo!
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